"Desperté en lo que creí seria una mañana de lo mas ordinaria, dentro de un día de lo mas ordinario en mi pequeña y ordinaria vida, pero no. Lo primero que vi al levantarme fue a ti, nunca te preste tanta atención como en esa mañana, recordé que no hace mucho tiempo apareciste en mi vida y solo trajiste burlas en algunos casos y consejos en otros, de todas maneras te acepte en mi vida como algo muy propio y mio (aunque suene muy egoísta), pero esa fatídica mañana...
Me seguías durante todo el tiempo, al desayunar, al preparar mi ropa para trabajar, estabas en mi sonrisa, bailabas al son de mis palabras y temblabas cuando estaba nervioso u enojado, te volviste insoportable para mi, a pesar de que nunca te lo propusiste eras una molestia que tenia que extirpar de una ves por todas en mi vida.
Elegí una noche de tormenta, no por la tormenta en si o por lo que pudiera llegar a representar en la imaginación relacionada a situaciones de este tipo, a puertas cerradas y luces apagadas, si no por que realmente no te soportaba mas, simple y llanamente, me recosté contigo, cerré los ojos, respire hondo y te arrastre hacia el baño para poner fin a tu existencia.
Te estrangule con un deleite casi excitante y enfermizo, no diste ninguna pelea ni resistencia, eso solo habría hecho mas difíciles las cosas, unos segundos después...todo termino, una pequeña gota de sangre roja brillaba y la limpie con satisfacción... todo termino, me mire al espejo y lave mi rostro al tiempo que sonreía feliz, era libre!! POR FIN ME REVENTÉ ESE PUTO GRANO QUE ME SALIO EN EL LABIO"
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